Su bolsillo
¿Lleva un presupuesto mensual de sus ingresos y gastos?, esta es la primera recomendación. El objetivo es que al final los gastos no sean mayores a los ingresos, es más, que haya un sobrante, pues éste es lo que constituirá el ahorro que puede utilizar para comprar una casa.
Ya que se tiene un presupuesto, le sugerimos elaborar un segundo documento paralelo, es decir, analizar en dónde se incrementarán los gastos si se tuviera el bien inmueble. ¿Se puede pagar la cuota de mantenimiento del departamento?, ¿se podrán hacer los arreglos pertinentes?
Su vida personal
Se compra un bien inmueble cuando hay un cambio de vida o de etapa de vida. Por ejemplo, cuando se empieza a tener familia es un momento en el que adquirir un bien inmueble es una opción a considerar.
Pero en todo cambio de vida, las finanzas personales toman un papel importante, aquí los cuatro momentos o etapas para cambiar un bien inmueble y los aspectos financieros que conllevan.
La primera casa, el inicio de una vida
Se adquiere generalmente cuando la persona ya tiene una actividad profesional estable o que decide casarse y dejar la casa de los padres. En este primer paso es recomendable adquirir un espacio cerca del trabajo y accesible a los servicios.
Hay que considerar factores como, si se tiene planeado estudiar y cómo se piensan pagar estos estudios, ¿este pago interferirá con la posibilidad de mantener la casa o el pago de un crédito hipotecario?
De igual manera en esta etapa hay que pensar en el matrimonio, ¿hay posibilidades de dar este salto? y ¿cómo afectará sus finanzas?
Más espacio para la familia
La llegada de los hijos es otra etapa para salir a buscar casa, quizá en donde se encuentran actualmente no hay suficiente espacio para los pequeños o no hay escuelas cercanas.
En su presupuesto, usted debe considerar las colegiaturas de los hijos o el gasto en seguros médicos para la familia.
El nido vacío
Llega el momento que la casa vuelve a quedar vacía, puede ser porque los hijos crecen y salen de la casa, en otros casos puede deberse a la separación de la familia; de cualquier forma, es momento de reducirse de nuevo. Por eso, en esta etapa normalmente se buscan espacios reducidos, cómodos y eficientes, a veces cerca de las casas de los hijos o de servicios para vivir cómodamente.
Una segunda propiedad
Si considera una segunda casa es porque se quiere algo para disfrutar los fines de semana o porque se piensa en invertir en un bien que se va a poner en renta. En cualquier caso, se parte de que hay una estabilidad financiera para poder pensar en este momento de vida. En principio la casa que reside debe ser propia y pagada al cien por ciento.
Esta etapa implica gastos extras de mantenimiento, aunque pueden contraponerse con el ingreso si la propiedad se renta.
Hay que pensar en inmuebles que sean fáciles de vender, ya sea la casa de descanso o el departamento como inversión.