En ocasiones a lo largo de tu vida, compartir los costos o tomar decisiones financieras conjuntas puede resultar sensato. Por ejemplo, podrías:

1. Compartir la responsabilidad de pagar el alquiler u otras facturas con uno o más compañeros de vivienda.
   
2. Comprometerte a una hipoteca con tu pareja o cónyuge.
3. Contribuir a las facturas del hogar si vives con tus padres o familiares.

Para muchas personas, la primera vez que piensan en compartir la responsabilidad financiera con otra persona es cuando se mudan a un departamento o una casa compartida con amigos o familiares. Pueden ser conjuntamente responsables del alquiler que pagan, y del costo de los servicios públicos y otras facturas del hogar.

Entre ustedes, hagan una lista de las facturas que planean compartir por adelantado y acuerden un método para dividirlas para que todos paguen su parte justa. También puedes decidir mantener una hoja de cálculo o un registro de todo lo que se ha pagado para que todos puedan ver cómo se ha realizado. También deberán acordar por adelantado qué hacer si alguien no paga su parte o decide mudarse. Una opción podría ser crear un fondo de contingencias en una cuenta bancaria compartida para hacer frente a tales situaciones. En cualquier caso, pueden crear una estrategia de salida, ya sea intencional o no planificada.

Abrir una cuenta bancaria a nombre conjunto puede ser útil para manejar el alquiler y otros pagos, o puede que prefieran designar a un miembro de la familia para que reciba el dinero de los demás y realice los pagos. Independientemente de cómo elijan administrar sus responsabilidades compartidas, es importante asegurarse de que todos comprendan qué, cómo y cuándo pagar.

Puede ser una buena idea revisar tu situación financiera conjunta cuando te mudes con una pareja, te cases o comiences una familia. Comprender la actitud de tu pareja hacia el dinero puede ayudarte a planificar y administrar tus asuntos financieros de manera efectiva.

Si bien muchas parejas optan por abrir cuentas bancarias y de ahorro a nombre conjunto, no es conveniente para todos. Es importante ponerse de acuerdo, como pareja, en cómo cada uno contribuirá a los gastos del hogar, cuánto se ahorrará o cómo decidirán gastar su dinero.

Es perfectamente normal que las parejas tengan opiniones diferentes sobre el dinero, y lo que le conviene a una pareja puede no adaptarse a otra.

Como cada vez más de nosotros elegimos vivir con nuestros padres o familiares hasta la edad adulta, es importante establecer cómo se repartirá la responsabilidad de los gastos y las facturas. Puedes aceptar pagar el alquiler, tal como lo harías con el propietario de un apartamento o casa, y aportar una contribución para los alimentos y las facturas del hogar. 

Alternativamente, puedes aceptar colaborar de otras formas, como actuar como cuidador u ofrecer servicios de limpieza, jardinería o de otro tipo. La situación de cada persona es diferente.  

Es completamente posible mantener tu independencia financiera, mientras compartes la responsabilidad de ciertos compromisos y gastos financieros con otras personas.

Sin embargo, cuando has compartido sus finanzas con otra persona, es muy importante mantener seguros tus datos personales y reconocer las señales de robo de identidad o fraude. Este artículo puede resultarte útil. 

Si abres una cuenta bancaria conjunta con otra persona, o solicitan un crédito juntos, entonces tendrás lo que se llama una asociación financiera con ella. Es importante tener en cuenta que, si no lo haces, serás responsable conjuntamente de pagar las deudas conjuntas, lo que puede tener un efecto negativo en tu historial o puntaje de crédito.

Recuerda también que tu independencia financiera es importante. Si una persona que no seas tú intenta controlar tu dinero, te endeuda o te impide acceder a tu dinero, puede ser una señal de abuso financiero.

A muchas personas en todo el mundo les resulta extremadamente difícil hablar de dinero con un amigo o un ser querido, incluso cuando las preocupaciones por el dinero ponen presión en su relación o afectan su salud.

Poder compartir las preocupaciones sobre el dinero y hablar abiertamente sobre el dinero con un amigo, pareja o familiar es importante para nuestra salud, nuestro patrimonio y nuestras relaciones. Las investigaciones demuestran que las personas que hablan sobre el dinero

• toman decisiones financieras mejores y menos riesgosas
  
• tienen relaciones más sólidas
• sienten menos ansiedad y un mayor control

Entonces, busca oportunidades para que las conversaciones sobre el dinero formen parte de una conversación normal y cotidiana.