Convertirse en adulto también puede asociarse con una serie de novedades financieras; por ejemplo, es posible que desees ahorrar para tu primer automóvil o tus primeras vacaciones independientes. O quizás tengas en mente objetivos a más largo plazo, como el adelanto para una vivienda o formar una familia. Al mismo tiempo, puedes estar pagando el alquiler, los servicios públicos y otras facturas por primera vez.

Cumplir con tus costos y compromisos, mientras ahorras para las cosas que deseas, puede ser un desafío. A continuación, presentamos tres hábitos financieros que pueden ser de utilidad:

Aprender a establecer objetivos financieros específicos puede darte un sentido claro de propósito, y un destino al cual apuntar. Puede resultar útil pensar en términos de objetivos a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo:

¿Qué deseas o debes comprar durante los próximos 12 meses?

¿Qué descansos o vacaciones planeas tomarte?

¿Qué deudas con interés alto deseas saldar?

¿Cuáles son tus planes a mediano plazo? (p. ej., ahorrar para el depósito de una vivienda).

¿Qué ahorros podrías necesitar para el futuro a largo plazo?

Cuando eres joven y tienes muchas prioridades al mismo tiempo, puede ser difícil permanecer concentrado en tus objetivos de ahorro. Puedes intentar estas tres opciones:

1. Anota tus objetivos y consérvalos en un lugar destacado, para que los recuerdes con regularidad.
2. Divide los objetivos grandes en una serie de objetivos más pequeños, de modo que sea más fácil realizar un seguimiento del progreso que estás logrando.
3. Involucra a amigos o familiares, para que te sientas más responsable de lograr tus objetivos.

La mayoría de las personas piden prestado dinero en algún momento de sus vidas, ya sea para comprar un automóvil, pagar unas vacaciones, financiar su educación o comprar una vivienda. Administrar tus deudas a veces puede parecer difícil, pero a menudo es más fácil si tienes un plan sobre cómo pagarlas. Antes de contraer una deuda, asegúrate de hacer lo siguiente:

Revisar el contrato en su totalidad. Conoce los términos y las limitaciones de tu contrato. Si no entiendes algo, pregunta.

Crear un plan para devolver la deuda. Antes de contraer una deuda, crea un plan para devolverla. Esto asegurará que te mantengas encaminado y evitará las consecuencias de un pago atrasado.

Realizar un seguimiento. Cuando asumas deudas en forma de préstamos, tarjetas de crédito o facturas, asegúrate de revisar el progreso de tus pagos con regularidad. Lleva un registro de tu puntaje o calificación de crédito, y controla si hay alguna actividad sospechosa. Informa cualquier cosa que no reconozcas de inmediato.

Adquirir el hábito de ahorrar dinero mientras eres joven es importante, pero puede parecer difícil cuando estás administrando el pago de deudas al mismo tiempo.

Considera priorizar el pago de la deuda con intereses altos primero, antes de separar los ahorros. De ser posible, debes intentar acumular ahorros además de llevar a cabo esos pagos.

Este artículo puede resultarte útil: ¿Ahorrar? ¿O pagar deudas?

Aprender a ser económicamente independiente no siempre es fácil. Sin embargo, si estableces una serie de hábitos financieros saludables desde el principio, inviertes en tu salud y tu bienestar financiero futuro.